Terrosa y ligeramente dulce, me encanta preparar esta sopa en tonos escarlata a mediados o finales del otoño, cuando las manzanas y las remolachas están en su punto máximo de madurez. Es el entrante perfecto para una comida con temática otoñal, y sus contrastantes sabores dulces y ácidos complementan todo tipo de platos de temporada, desde cerdo y pollo hasta coliflor asada y coles de Bruselas.
6 Porciones
Reseñas y Calificaciones