La mantequilla y la nata tradicionales de esta receta se han sustituido por aceite de oliva y yogur. Con la calabaza, el risotto consigue una consistencia cremosa sin la grasa extra.
La autora Robyn Webb dice: "La quinoa no es el grano habitual en los risottos, pero este diminuto grano repleto de proteínas se cocina rápidamente y da como resultado un plato maravillosamente fragante parecido a un risotto".
El risotto se elabora tradicionalmente con arroz con almidón, pero esta versión hecha con cebada es más rica en fibra y tiene una textura deliciosamente masticable. Si se añade el líquido a los granos 1/2 taza cada vez, se consigue una textura rica y cremosa al terminar la cocción. Sírvelo como acompañamiento de un plato principal proteico, como este pollo mediterráneo con alcachofas, o añádele pollo o camarones cocidos y un puñado de verduras para convertirlo en una comida completa.
Reciba recetas en su bandeja de entrada
Cree una cuenta gratuita para obtener planes de alimentación personalizados, listas de compras y nuestro boletín electrónico mensual con las últimas noticias sobre nutrición.