Qué hay de temporada: calabaza

por Emily Weeks, RDN, LD
What’s in Season: Pumpkin
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Cada otoño, cuando el clima se enfría, las calabazas ganan popularidad. Utilizadas tanto con fines decorativos como culinarios, las calabazas no sólo son bonitas, sino que también son deliciosas y saludables. Las calabazas se sirven más comúnmente en forma de pastel de calabaza en Acción de Gracias, pero tienen una variedad de usos.

Las calabazas se plantan desde principios de mayo hasta junio y se cosechan en los meses de otoño. Las calabazas son un tipo de calabaza de invierno con piel de color naranja suave y ligeramente acanalada. El interior contiene carne espesa, pulpa y semillas.

Elegir el tipo correcto de calabaza

Existen muchas variedades de calabaza. Las calabazas de azúcar (también llamadas calabazas para pastel) se pueden encontrar en septiembre y octubre en los mercados de agricultores y tiendas de comestibles y deben sentirse muy pesadas para su tamaño. Tienen piel de color naranja oscuro y la pulpa interior es muy espesa, razón por la cual las calabazas azucaradas se usan en sopas, repostería, platos de pasta y mucho más.

Las calabazas de campo, también llamadas calabazas talladas, son más grandes y menos dulces que las calabazas para pastel. Por lo general, se usan para tallar linternas porque tienen una pequeña cantidad de pulpa de color naranja pálido, lo que hace que sea más fácil tallar diseños festivos.

Con cualquier tipo de calabaza, ¡no olvides guardar las semillas de calabaza! Las semillas de calabaza, llamadas pepitas, son deliciosas y están llenas de nutrientes. Se pueden comer crudos o asados con sal. Estas sabrosas semillas, planas, de color verde claro y de forma ovalada, son una buena fuente de proteínas, magnesio y zinc.

Por qué las personas con diabetes deberían comer calabaza

La pulpa de la calabaza, ya sea en puré o cortada en cubitos y asada, tiene un alto contenido de vitamina A. Esto le da a la calabaza su color naranja o amarillo brillante. La vitamina A apoya la visión y la función inmune del cuerpo. La calabaza también es una buena fuente de vitamina C, potasio, cobre y manganeso.

Hay tres gramos de fibra en una taza de puré de calabaza. Comer mucha fibra durante el día puede ayudar a mantener nuestro sistema gastrointestinal regular y favorecer el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas. La calabaza también contiene una menor cantidad de carbohidratos por porción y mucha fibra para ayudar a retardar la digestión.

Cómo almacenar calabazas

Puedes almacenar calabazas enteras frescas en un lugar fresco y seco durante 30 a 90 días. Asegúrese de lavar el exterior de la calabaza antes de guardarla. La calabaza cruda cortada se puede conservar en el frigorífico durante aproximadamente una semana.

El puré de calabaza enlatado está disponible todo el año. Una lata de puré de calabaza sin abrir suele durar de tres a cinco años. Una vez que abras una lata de calabaza, intenta usarla dentro de una semana. También puedes congelar el puré de calabaza en una bolsa para congelador y descongelarlo cuando lo necesites.

La calabaza enlatada se puede utilizar en muchos platos para hornear, incluidos muffins, pan, tartas y pasteles. También prepara deliciosas salsas para pasta, rellenos para raviolis o lasaña y un complemento cremoso para sopas. Sin embargo, asegúrese de revisar la lata con atención para asegurarse de que no esté comprando pastel de calabaza enlatado. El pastel de calabaza enlatado suele estar lleno de azúcares agregados que pueden alterar el nivel de glucosa en la sangre (azúcar en la sangre) y el recuento de carbohidratos.