Este popular acompañamiento mediterráneo se disfruta a finales de la primavera, cuando las alcachofas pequeñas están en su mejor momento. Además de su sabor suave y mantecoso, las alcachofas frescas tienen una textura tierna y una presentación elegante. Si nunca has trabajado con alcachofas frescas, no te dejes intimidar. Los pasos para prepararlas son sencillos y después de cocinarlas una vez, serás un profesional. Si las alcachofas pequeñas no son de temporada, sustitúyelas por corazones de alcachofa enlatados con bajo contenido en sodio o congelados. Encuentra esta receta y otras más en la