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Las vieiras marinas son bastante sencillas de cocinar y tienen un sabor suave y nantecoso. Esta receta pide una cobertura para las vieiras con una salsa pesto ligera, pero puedes cambiarla por otra salsa, o incluso un simple limón exprimido. Completa tu plato con una ensalada fresca y de temporada y un plato acompañante de granos, como esta Quinoa Roja y Farro .

Una estupenda forma de añadir granos enteros en platos protéicos, como rollo de carne, hamburguesas, y albóndigas, es usar avena instantánea en vez de migajas normales de pan. La fibra en la avena ha mostrado que ayuda a disminuir el colesterol. Completa tu Plato: Para una clásica comida de "carne con papas", combínala con Puré de Papas moradas . Añadir una Ensalada verde con Naranja y Aguacate para una comida balanceada. Encuentra esta receta y más en el Libro de cocina Crea tu Plato para la Diabetes , por Toby Amidor, MS, RD, CDN, FAND

Un aderezo de especias aromáticas se convierte en una rica pasta que penetra profundamente en la pechuga de pavo. Este pavo es ideal para todo el año o para servirlo como centro de un banquete festivo.

Las hermosas y frescas remolachas de cualquier color son las protagonistas de este plato vegetariano único. Para preparar las remolachas crudas, pélalas, córtalas en cuartos y hiérvelas o ásalas hasta que estén al punto. Puedes preparar grandes lotes de remolachas de una sola vez para utilizarlas en esta receta, en ensaladas o para comerlas solas, rociadas con un poco de aceite de oliva y espolvoreadas con sal. Encuentra esta receta y otras más en la segunda edición de nuestro libro de cocina más vendido, El libro de cocina mediterránea para la diabetes. Para pedirlo directamente a la

Estas albóndigas crean una comida divertida para la familia. O sírvelas sobre una bandeja como ujn aperitivo la próxima vez que te estés entreteniendo. Encuentra esta receta y más en el Libro de Cocina para diabéticos . Para ordenar directamente de la American Diabetes Association, haz clic aquí .

Con tantos colores y sabores bailando juntos, ¡este guacamole es una fiesta en tu lengua! Utilízalo como un aderezo para vegetales frescos u hojuelas de tortilla, o añádelo a sándwiches y burritos. Sabe delicioso el día que lo haces, y se pone incluso mejor al día siguiente, cuando todos los sabores se mezclan. El resultado es refrescante y demasiado satisfaciente.

Esta receta se combina rápidamente, con la combinación perfecta de ingredientes dulces y picantes. ¡Seguro va a complacer!

¿Sabías que puedes cocinar un pollo entero en una olla de cocción lenta? Este método fácil resulta en un pollo tierno y jugoso que se cocina todo el día por su cuenta. Es perfecto para meses calientes de verano cuando no deseas tener tu horno encendido por horas cocinando un pollo entero. Solo mete el pollo en la mañana y para la hora de la cena, ¡tienes un delicioso pollo listo para llevar! Y, puedes hacer una salsa espesa simple en la cacerola con los jugos dejados en la olla de cocción lenta. Guarda el pollo sobrante para unos almuerzos o cenas rápidos y fáciles en la semana— verifica

El salteardo es una comida fácil y amigable con el bolsillo que es perfecta para una comida rápida para noches entre semana. Esta receta pide una mezcla de salteardo de brócoli congelado, pero puedes usar cualquier vegetal congelado que tengas a mano. O, ¡utiliza vegetales frescos! El salteardo es estupendo para utilizar vegetales al azar en tu refrigerador antes de que se dañen. También puedes sustituir pollo, cerdo, o camarones por la carne de res, o usar tofu para una entrada vegetariana.

No necesitas carne fresca molida para hacer una deliciosa hamburguesa. Con esta opción amigable con el bolsillo, puedes utilizar cualquier carne enlatada como atún, salmón, o pollo. Puedes servirla como una hamburguesa tradicional sobre un panecillo de trigo entero con queso, lechuga, y tomate. O, para tener una opción baja en calorías, sírvela en un burrito de lechuga cubierto con salsa y aguacate. También puedes picar las albóndigas planas y usarlas como un relleno para un taco o burrito. Las albóndigas planas se congelan bien, así que puedes hacer un puñado y guardarlas para una cena súper