Las coles de Bruselas crecen en tallos gruesos cubiertos de pequeños brotes y son una verdura de otoño/invierno que está en temporada de agosto a marzo. Puedes comprarlos todavía con el tallo cuando estén en temporada alta o puedes comprarlos sueltos. Al elegir las coles de Bruselas, busque coles de tamaño pequeño a mediano que sean todas aproximadamente del mismo tamaño (para una cocción uniforme) y de color verde (evite los tonos azulados o grises). Evite elegir los brotes con manchas de color marrón oscuro o gris. Las coles de Bruselas crudas durarán aproximadamente una semana almacenadas en el refrigerador, mientras que las coles cocidas durarán de dos a tres días.
Preparación de coles de Bruselas
Al preparar las coles de Bruselas, querrás lavarlas bien, quitarles las hojas sueltas, recortar los extremos y, según la receta, cortarlas por la mitad o en cuartos. Se pueden preparar al vapor, salteados, a la parrilla o, más comúnmente, asados. El alto calor del horno carameliza los azúcares naturales de los brotes y crea un delicioso sabor dulce. Tenga cuidado de no cocinarlos demasiado, ya que puede darles un sabor sulfuroso; deben estar tiernos pero no blandos. Una vez asados o salteados, los brotes saben deliciosos con vinagre balsámico, parmesano, mantequilla o incluso un poco de sal y pimienta.
Las coles de Bruselas son parte de la familia de las verduras crucíferas, que incluye el brócoli, la coliflor y el repollo, solo por nombrar algunos. Las verduras crucíferas son conocidas por ser ricas en folato y vitaminas C, E y K. También son una gran fuente de fibra. Las coles de Bruselas también contienen fitonutrientes, compuestos de origen vegetal que reducen la inflamación y el riesgo de cáncer. También contienen nutrientes que ayudan a mantener niveles saludables de azúcar en sangre (glucosa en sangre) y presión arterial. Una taza de brotes también tiene tres gramos de proteína de origen vegetal.
Este mes destacamos tres formas diferentes de cocinar las coles de Bruselas.
El primero es un método de asado sencillo: los brotes se mezclan con aceite, sal y pimienta, hojas frescas de tomillo y un toque de jarabe de arce. Se tuestan a una temperatura alta de 450 grados, lo que carameliza los brotes y deja crujientes las hojas exteriores manteniendo un corazón tierno.
La segunda receta que destacamos incluye coles de Bruselas crudas. Los brotes, cortados en rodajas finas, se mezclan con un aderezo de mostaza y miel y se combinan con aguacate y alcachofas. ¡Lo crujiente de los brotes crudos combina muy bien con el aderezo de mostaza!
La receta final incluye brotes salteados y horneados, combinados con pollo, champiñones y dos tipos de queso. Este sencillo plato se puede disfrutar solo o servir con una pequeña porción de arroz integral, cuscús o pasta. ¡Cualquier forma en que disfrutes las coles de Bruselas es una excelente adición a una dieta saludable!