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Este clásico de acción de gracias obtiene una restauración más saludable con unos pequeños ajustes. Primero, utilizamos aceite de oliva extra virgen saludable para el corazón en lugar de mantequilla, y lo hacemos con solo 2 cucharadas. El caldo de pollo o de vegetales bajo en sodio y el condimento para aves sin sal mantiene el sodio bajo, y las hierbas frescas añaden un estupendo toque de sabor. Finalmente, para hacer tu plato de Acción de Gracias amigable con los diabéticos, ¡asegúrate de observar los tamaños de tu porción! Para facilitar las cosas, puedes preparar todo un día por adelantado

Sirve este gumbo sobre 1/3 de taza de arroz integral cocido o quinoa. Si solo cocinas para una o dos personas, puedes congelar fácilmente las sobras de esta receta para guardarlas para otra ocasión.

La salsa tradicional alfredo es un plato decadente hecho con mucha crema y mantequilla. Esta versión más ligera obtiene su cremosidad del aguacate, el cual está lleno de ácidos grados monoinsaturados saludables para el corazón (en vez de la grasa saturada hallada en la crema y la mantequilla). También añade mucha fibra al plato que generalmente no tiene. Para una comida baja en carbohidratos, mezclamos la salsa con fideos de calabacín en vez de pasta normal. Puedes cortar tu propio calabacín en espirales con una herramienta especial, o hacer cintas con un pelador de vegetales. También puede

¿Haciendo postre para una ocasión especial? Este postre complaciente puede ser preparado y refrigerado con antelación. Justo antes de servir, distribúyelo y cúbrelo con la crema batida.

¿Necesitas elaborar una cena saludable para toda la familia? Estos dedos de pollo horneados están cubiertos de harina de maíz, que se considera un grano entero, y logra formar una cobertura crujiente. También saben estupendos servidos sobre ensalada de verduras. Encuentra esta receta y más en el Libro de recetas para diabéticos . Para ordenar directamente de la American Diabetes Association, haz clic aquí .

Esta quiche no tiene corteza y es rápida de hacer, además que tiene un gran aporte de proteínas y sabor gracias a las claras de huevo, el requesón batido, el queso y los chiles enlatados. Si no tienes requesón, puedes sustituirlo por yogur griego, ricotta o incluso tofu. Para 12 porciones, duplica todos los ingredientes y utiliza un molde para hornear de 9 x 13 pulgadas. Cada porción añade 16 gramos de proteínas y solo 10 gramos de carbohidratos a tu desayuno o brunch.

Casi se puede sentir la brisa de la isla cuando se saborea este plato de inspiración jamaicana . Sírvelo sobre arroz integral esponjoso o quinoa para recoger toda la salsa llena de fruta, con una guarnición de col rizada.

Aprovecha los productos de temporada y acompaña esta apetitosa salsa dulce y sabrosa con unas chuletas de cerdo. También es ideal para acompañar el pollo o el pescado. Para obtener una salsa con un sabor más intenso, asa los melocotones, el pimiento y la cebolla junto con la chuleta de cerdo antes de picarlos y mezclarlos para la salsa.

Esta versión baja en carbohidratos del tiramisú utiliza una corteza de almendras sumergidas en café en vez de deditos de novia. Esta cobertura cremosa está hecha de yogur griego con una pizca de queso mascarpone para un postre más ligero con el mismo gran sabor.

Shakshuka es un pato mediterráneo oriental de huevos escalfados en una salsa sabrosa de tomate. Es la comida multipropósito esencial rápida y fácil de hacer, es estupenda para el desayuno, almuerzo, o cena, y se combina todo en una cacerola para una limpieza mínima. Esta puede ser una comida completa por sí sola, o puedes servirla con una ensalada acompañante o pita de trigo entero para impregnarlo con la salsa.