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¡Disfruta el suculento sabor del pan con ajo y queso sin todos los carbohidratos! Estos palitos de pan son estupendos por sí solos combinados con una sopa o pasta. Puedes utilizar esta receta como la base para una pizza baja en carbohidratos o pan plano.

No necesitas carne fresca molida para hacer una deliciosa hamburguesa. Con esta opción amigable con el bolsillo, puedes utilizar cualquier carne enlatada como atún, salmón, o pollo. Puedes servirla como una hamburguesa tradicional sobre un panecillo de trigo entero con queso, lechuga, y tomate. O, para tener una opción baja en calorías, sírvela en un burrito de lechuga cubierto con salsa y aguacate. También puedes picar las albóndigas planas y usarlas como un relleno para un taco o burrito. Las albóndigas planas se congelan bien, así que puedes hacer un puñado y guardarlas para una cena súper

Sin necesidad de corteza, esta quiche es muy sencilla de preparar. Los tomates dulces ayudan a crear un buen equilibrio de sabores y texturas y añaden un llamativo contraste de color con los espárragos verdes brillantes. Es perfecta para desayunar por sí sola o para servirla en el almuerzo o la cena con una ensalada de verduras mixtas o una taza de bisque de tomate y albahaca.

El sabor picante de las aceitunas y las alcaparras acentúa la carne del solomillo a la parrilla, que sabe mejor con guarniciones sencillas, como las habichuelas con champiñones y cebolla y el arroz integral o el farro, que dejan que el filete sea el protagonista.

El risotto se elabora tradicionalmente con arroz con almidón, pero esta versión hecha con cebada es más rica en fibra y tiene una textura deliciosamente masticable. Si se añade el líquido a los granos 1/2 taza cada vez, se consigue una textura rica y cremosa al terminar la cocción. Sírvelo como acompañamiento de un plato principal proteico, como este pollo mediterráneo con alcachofas, o añádele pollo o camarones cocidos y un puñado de verduras para convertirlo en una comida completa.

Sí, puedes preparar berenjenas con queso y crujientes que le encantarán a toda la familia, ¡con cereales integrales y sin freír! Sirva con ensalada verde y pasta integral para una comida completa. Para una opción baja en carbohidratos, use fideos de calabacín o espaguetis en lugar de pasta.

Esta receta es un estupendo ejemplo de cómo usar vegetales para hacer más robusto un platillo que generalmente es alto en carbohidratos y grasa.

La autora Robyn Webb comenta: "Los pimientos son tan sabrosos cuando están crudos, así que, ¿por qué estropearlos asándolos? Es porque el fuego hace algo increíblemente mágico a un pimiento: transforma su sabor y textura en algo más jugoso, más dulce y más versátil que antes de entrar en las llamas. Los pimientos asados dan sabor a la pasta, a los huevos, a las sopas, a los guisos, a la pizza casera y a muchos otros alimentos cotidianos".

Si no encuentras pimientos poblanos en el supermercado, puedes usar pimientos verdes o rojos en esta receta.

Si no estás seguro de cómo empezar a cocinar el pescado, prueba un método sencillo y delicioso como este paquete. Está lleno de sabores frescos de limón, naranja y eneldo. Al sellar el pescado en una bolsa de papel encerado, se cuece al vapor a la perfección y se le infunde el sabor de los cítricos y las hierbas. Si no tienes papel enceradp, el papel de aluminio también sirve. Nosotros usamos dorado, pero puedes hacer esta receta con cualquier tipo de filete de pescado.