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La quinoa y los garbanzos añaden un plus de fibra y proteínas a la ensalada de col tradicional, haciéndola lo suficientemente sustanciosa como para servir de plato principal vegetariano. Puedes usar cualquier color de quinoa para esta ensalada, pero la quinoa roja le dará un bonito toque de color. La quinoa no solo es un grano integral, sino que también aporta algunas proteínas.

Las chimichangas son básicamente un burrito frito en abundante aceite tras rellenarlo con diferentes opciones. Estas llevan carnitas. Las carnitas por lo general se preparan con cortes grasosos de cerdo fritos en manteca. En esta receta se asa el lomo de cerdo magro y se mezcla con frijoles refritos y queso, luego se rellenan las tortillas con la mezcla y se meten al horno. Estas “chimis” son regalitos envueltos en sabor que derrochan felicidad. Encuentra esta receta y más en nuestro libro de recetas bilingüe, Alimentos latinos reconfortantes y saludables, por Ingrid Hoffmann.

Esta receta mediterránea va estupendo con un acompañante de quinua y una ensalada verde con vinagreta balsámica sin grasa.

La autora Robyn Webb comenta: "Mis hamburguesas de garbanzos aparecieron por primera vez en las páginas de la revista Diabetes Forecast . Recibimos tantos elogios sobre esta receta que quiero compartirla de nuevo. Con un sabor similar al del falafel, pero con un toque indio, se pueden preparar, colocar en un plato, tapar y refrigerar horas antes de cocinarlas".

Esta colorida ensalada tiene un aspecto tan bueno como su sabor. La adición de cordero le da un aire de "ocasión especial" a este plato que, de otro modo, sería sencillo, mientras que la granada aumenta el sabor. Encuentra esta receta y otras más en la segunda edición de nuestro libro de cocina más vendido, El libro de cocina mediterránea para la diabetes. Para pedirlo directamente a la Asociación Americana de Diabetes, haz clic aquí .

Puedes hacer estos frijoles horneados con frijoles pintos si los prefieres en lugar de frijoles blancos.

Este plato está inspirado en un plato libanés llamado loubieh . Se trata simplemente de frijoles verdes y tomates de uva cocinados con la cantidad justa de aceite de oliva extra virgen y sazonados con canela y sal marina. Se prepara rápidamente y se puede hacer fácilmente mientras se cocina el resto de la comida. Acompáñalo con un sencillo plato de proteínas, como este salmón glaseado balsámico , para una cena rápida y fácil entre semana. Encuentra esta receta y otras más en El libro de coicina sencilla y limpia para la diabetes de Jackie Newgent, RDN, CDN

¡Acá está una cena súper sencilla para las noches de semana que está lista en 30 minutos y solo requiere un plato! Esta receta hace 2 porciones, pero fácilmente puede duplicarse o triplicarse para servirla a una familia. Si no dispones de frijoles verdes frescos, puedes sustituirlos por frijoles verdes congelados, u otro vegetal fresco de temporada.