La salsa inspirada en la barbacoa coreana de este salmón tiene ese equilibrio ideal de dulce, salado, ácido y picante. El dulzor proviene naturalmente de la fruta, no de azúcares añadidos. También puedes utilizar esta salsa en el pollo: hornea los muslos de pollo deshuesados y sin piel sin la salsa durante 15 minutos, luego colócales la salsa y hornéalos durante otros 15 minutos, o hasta que estén bien cocidos. Encuentra esta receta y otras más en El libro de cocina limpia y sencilla para la diabetes de Jackie Newgent, RDN, CDN