El mango y otra fruta pueden añadir un ligero dulzor a cualquier salsa. Funciona particularmente bien con este plato de salmón ligeramente picante. Asar los filetes de salmón con la piel los hace más fácil de voltear y ayuda a evitar que se peguen. El echar aceite a tus rejillas también puede evitar que se peguen: sumerge una toalla de papel en forma de bola en aceite y frótala ligeramente sobre las rejillas limpias.
También puedes cocinar el salmón en el horno: Precalienta el horno a 425° (218°C) y hornea el salmón en una bandeja para hornear de poca profundidad por unos 10 minutos o hasta que esté bien cocido.
6 Porciones
Reseñas y Calificaciones