
Una avena horneada abundante hecha con avena, chía, lino y semillas de cáñamo, con arándanos y cubierta con yogur griego descremado y almendras tostadas. Este desayuno rico en fibra y proteínas ofrece una nutrición equilibrada con grasas cardiosaludables y sin azúcares añadidos.
Precaliente el horno a 175 °C (350 °F). Engrase o forre un molde para pan de 23 x 13 cm (9 x 5 pulgadas).
Extiende las almendras en una bandeja para hornear con borde. Tuéstalas en el horno de 5 a 8 minutos, hasta que estén ligeramente doradas y desprendan su aroma.
En un tazón mediano, bata los huevos, la leche de almendras, la vainilla y la alternativa de azúcar morena sin azúcar hasta obtener una mezcla suave y cremosa.
En un tazón grande, mezcle las semillas de chía, las semillas de lino, la avena arrollada, los corazones de cáñamo, la harina de almendras, la canela, el polvo para hornear y la sal.
Vierta la mezcla húmeda sobre los ingredientes secos y revuelva hasta que estén bien integrados. La masa espesará ligeramente a medida que las semillas de chía y lino absorban el líquido.
Incorpore los arándanos con cuidado.
Extiende la mezcla uniformemente en el molde preparado. Hornea durante 30-35 minutos, volteando el molde a la mitad del tiempo, hasta que el centro esté cuajado y la superficie ligeramente dorada y comience a agrietarse.
Deje enfriar la avena durante 10 minutos antes de cortarla en 6 porciones iguales. Sírvala caliente, con ¼ de taza de yogur griego bajo en grasa y 1 cucharada de almendras fileteadas por porción. Envuelva las sobras frías y guárdelas en el refrigerador.
6 Porciones
Reseñas y Calificaciones