
Estas tostadas de desayuno estilo suroeste están cubiertas con frijoles negros especiados, espinacas salteadas y un huevo para empezar el día de maravilla. Las crujientes tortillas de maíz aportan una base de grano integral, mientras que los frijoles ricos en fibra y las grasas saludables del aguacate ayudan a controlar la glucosa en sangre. Es un desayuno vegetariano intenso que encaja a la perfección en un plan de alimentación apto para diabéticos.
Precalienta el horno a 200 °C. Coloca las tortillas de maíz en una bandeja para hornear forrada con papel vegetal. Rocía ligeramente ambos lados con aceite en aerosol. Hornea de 6 a 7 minutos por cada lado o hasta que estén crujientes y doradas. Retíralas del horno y reserva.
En una cacerola pequeña a fuego medio, combine los frijoles negros, el diente de ajo, el agua, el chile en polvo, el comino molido y la sal.
Cocine de 2 a 3 minutos hasta que esté bien caliente. Con un tenedor o un machacador de papas, machaque los frijoles hasta obtener una consistencia untable. Retire del fuego y reserve.
En una sartén antiadherente grande, caliente 1 cucharadita de aceite de oliva a fuego medio. Añada las espinacas y la sal. Cocine, removiendo con frecuencia, hasta que se ablanden, unos 2-3 minutos. Transfiera a un tazón y reserve.
En la misma sartén, calienta la cucharadita restante de aceite de oliva a fuego medio. Casca los huevos en la sartén, espaciándolos uniformemente. Cocina los huevos al punto deseado (por ejemplo, fritos o estrellados).
Para armar, extienda una capa uniforme de la mezcla de frijoles negros sobre cada tortilla horneada. Cubra con espinacas salteadas, seguido de un huevo cocido y tomates. Agregue rodajas de aguacate y espolvoree con hojas frescas de cilantro.
4 Porciones
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