La vida se vuelve ajetreada. Pero sacar tiempo para sentarse, dejar los dispositivos a un lado y compartir una comida juntos puede ser una forma sencilla de profundizar en nuestras relaciones y controlar el estrés.
- provocar presión sanguínea;
- contribuir a niveles elevados de glucosa en sangre (azúcar en sangre), ya que los niveles elevados de hormonas del estrés pueden afectar la capacidad del organismo para procesar la glucosa en sangre;
- dificultar el mantenimiento de un estilo de vida saludable. Cuando estamos estresados, es menos probable que practiquemos una actividad física regular, comamos bien o durmamos lo suficiente y con calidad.
Encontrar formas de aliviar el estrés es importante para su salud mental y física. Por ejemplo, compartir una comida puede ayudarlo a conectar con otras personas y recordarle que debe bajar el ritmo y tomarse un descanso.
Más razones para cenar en familia con regularidad
Los padres estresados no son los únicos que se benefician de los factores liberadores de estrés de las cenas familiares. Reunirse en forma habitual para comer puede ayudar de la siguiente manera:
- los niños obtienen mejores notas y se comunican mejor en general;
- los niños aprenden buenos modales;
- los niños adquieren hábitos alimentarios saludables para toda la vida, incluida una mayor ingesta de frutas y verduras frescas;
- mejoran las relaciones familiares;
- aumenta la confianza, la autoestima y la salud emocional;
- se previene la depresión, los trastornos alimentarios, el abuso de alcohol y sustancias y otros comportamientos de riesgo;
- se proporciona un lugar seguro para que los niños compartan lo que les preocupa: es donde puede compartir ideas, reforzar los valores familiares y resolver problemas.
Consejos para hacer de la hora de comer una prioridad
La mayoría de la gente desearía tener más cenas en familia y tiempo para relajarse y conectar. Pero las familias de hoy en día tienen menos probabilidades de reunirse para comer que antes, dadas las actividades extraescolares, los deportes y las exigencias del trabajo.
Aquí le dejamos algunos consejos para ayudarlo:
- Como con la mayoría de los cambios en la vida, empiece con un pequeño objetivo, como comprometerse a hacer una comida más a la semana.
- Coman juntos siempre que puedan aunque solo estén en casa unos pocos miembros de la familia o reúnanse para desayunar si las mañanas resultan más convenientes.
- Involucre a los niños en el proceso, ya sea ayudándoles a preparar la comida, poniendo la mesa o haciendo divertidas tarjetas de mesa.
- Visite sitios web como el Diabetes Food Hub® y elija nuevas recetas para probarlas juntos.
- Ofrezca una variedad de alimentos para enseñar hábitos saludables desde el principio.
- Guarden los teléfonos, iPads y otros dispositivos durante las comidas.
- Adéntrese en el mundo de su hijo haciéndole preguntas sobre la escuela y sus actividades. Si necesita ayuda para iniciar la conversación, pida a cada uno que comparta lo mejor y lo peor de su día.
- Planifique comidas sencillas para la semana, de modo que si dispone de poco tiempo, no descarrile los planes de reunirse en familia.
- ¡Diviértase! Cree temas como los martes de tacos o los lunes sin carne.
Toda la familia se beneficiará de hacer de la hora de comer una prioridad. Para obtener más consejos sobre cómo llevar una vida sana teniendo diabetes, suscríbase hoy mismo a nuestro boletín mensual Latinx.
