Beneficios nutricionales de las judías verdes
Una taza de judías verdes tiene un gran aporte nutricional. Una taza de judías verdes tiene cuatro gramos de fibra, la mayor parte de la cual es fibra soluble. Este tipo de fibra puede ayudar a reducir el colesterol LDL (colesterol “no saludable”) y la presión arterial. Las judías verdes también son una buena fuente de vitamina A y C. La vitamina C es un antioxidante que ayuda al funcionamiento del sistema inmunológico y protege la piel. La vitamina A es importante para la salud de la piel, la visión y nuestro sistema inmunológico.
Las judías verdes también son una buena fuente de manganeso, que ayuda a mantener nuestro metabolismo, la salud ósea y la cicatrización de heridas. También bajas en carbohidratos, las judías verdes son una excelente opción para quienes intentan reducir su glucosa en sangre (azúcar en sangre).
Elegir judías verdes en el supermercado
Las judías verdes se pueden encontrar frescas, enlatadas o congeladas. Las judías verdes frescas y congeladas son la opción un poco más saludable, ya que estas opciones generalmente no contienen sodio añadido. Las judías verdes enlatadas suelen estar llenas de sal, a menos que compre latas que tengan la etiqueta "sin sal agregada". Si compra frijoles enlatados con sal, enjuáguelos con agua fría para quitarles parte de la sal. Cuando compre judías verdes frescas, asegúrese de que sean de color verde brillante y sin imperfecciones. Deben ser firmes al tacto y no endebles ni viscosos. Guarde las judías verdes frescas en una bolsa de plástico en el refrigerador hasta por una semana.
Las judías verdes congeladas son una opción conveniente para la mayoría, ya que durarán mucho tiempo en el congelador. Vienen en una variedad de cortes: enteros, franceses y en rodajas.
Cómo preparar judías verdes
Algunas marcas de judías verdes congeladas se pueden cocinar al vapor en la bolsa, o puedes saltearlas en aceite y tus hierbas y especias favoritas para obtener una guarnición aún más deliciosa. Simplemente caliente el aceite de oliva en una sartén junto con el ajo y la cebolla o las chalotas, luego agregue las judías verdes congeladas. Revuelva con frecuencia hasta que las judías verdes se ablanden. Sazone con una pizca de sal y pimienta.
Las judías verdes crudas son un excelente refrigerio, especialmente cuando se sumergen en hummus o salsa de yogur con eneldo.
Agregue judías verdes a su ensalada favorita escaldándolas (poniéndolas en agua hirviendo y enfriándolas en agua con hielo) antes de mezclarlas con las otras verduras y el aderezo. Las judías verdes asadas son deliciosas cubiertas con queso parmesano recién rallado. Una combinación clásica de vinagre balsámico y tomates sabe muy bien con judías verdes tiernas y crujientes.
Recetas De Judías Verdes
Inspírate con estas recetas de judías verdes: