¿Todo menos los alimentos verdes es malo para usted?

por Carón Dorado
Is Everything But Green Food Bad for You?
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¿Le acaban de diagnosticar diabetes tipo 2? ¿Le han dicho que modifique su dieta y pierda peso? ¿Cómo fue tu primer viaje al mercado después del diagnóstico? No estaría solo si se sintiera frustrado y sintiera que tenía que devolver cada paquete de comida que amaba porque la etiqueta revelaba que tenía demasiado alto contenido de carbohidratos o grasas, y que todo, excepto los alimentos verdes, era malo para usted. Pero eso no es cierto.

Pronto aprenderá lo suficiente como para educar a sus familiares y amigos que querrán ayudar, pero lo harán mal. Podrían sugerirle que reemplace una porción de pastel con un tazón grande de fruta, que no puede comer ya que la fruta puede tener un alto contenido de carbohidratos. También podrían decir que debes tomar jugo para estar saludable, aunque el jugo de fruta es una de las últimas cosas que puedes tomar porque es solo fruta concentrada sin fibra. Aprenda qué hacer y sea fuerte al elegir lo que hace.

Aprenda a elegir opciones que sean buenas y mejores fuentes de carbohidratos. Pastas y panes integrales frente a productos convencionales. Arroz integral sobre arroz blanco. Pan de masa madre (tiene un bajo índice glucémico gracias al ácido láctico que fermenta la masa) sobre baguette de harina blanca. Aprenderá mejores opciones que otras, tal vez enamorándose de la perfecta manzana dulce y crujiente con miel o del jugoso melocotón sobre un brownie. En cierto sentido, adoptarás la filosofía de Stephen Stills: "Si no puedes estar con la persona que amas, ama a la persona con la que estás".

Estas lecciones relacionadas con la comida pueden hacerle pensar en las decisiones que toma a medida que emprende este viaje:

  • Come conscientemente. Come sólo lo que realmente te sepa delicioso y di no al resto.
  • Deje de comer una vez que empiece a sentirse lleno.
  • Disfrute de pequeños sabores de sus comidas favoritas, pero sólo si realmente puede limitarlos a pequeños sabores.
  • Cuando salga a cenar, pregunte si el chef puede prepararle un plato que se ajuste a sus necesidades. Los chefs lo entienden; solo pregunta sin ser demasiado exigente.
  • Encuentre mercados que vendan porciones naturalmente pequeñas de sus comidas favoritas para que pueda tener la satisfacción de comerlas enteras. ¿Te encantan las patatas al horno? Busque pequeños rojizos. Compre manzanas, naranjas o plátanos pequeños.
  • Elija variedades de arroz integral en lugar de blanco. Es posible que llegue a amar el sabor terroso a nuez del arroz basmati integral y el arroz jazmín integral.
  • Explore cereales integrales como farro, cebada descascarada, mijo, quinua, amaranto y bayas de trigo y disfrútelos como guarniciones o base de ensalada.
  • Experimente con hierbas y especias para realzar el sabor. Haga su propia mezcla de hierbas y especias para condimentar verduras y carnes, sopas y guisos, o una vinagreta.
  • ¿Necesitas un refrigerio? Las verduras bajas en carbohidratos son las habituales, pero, sorpresa, las palomitas de maíz hechas con aire también son una opción. Todo es cuestión de volumen y porciones.
  • Varíe su dieta y experimente con nuevos ingredientes, nuevos alimentos étnicos, nuevos tipos de productos o preparaciones. Los bulbos de hinojo, por ejemplo, se pueden afeitar para hacer ensalada, pero también son deliciosos cortados por la mitad a lo largo, rociados con aceite de oliva, cubiertos con parmesano rallado y luego asados.