Al conectarse a Internet, puede obtener muchos consejos nutricionales. El problema es que lo que lees en un lugar a menudo entra en conflicto con la información que ves en otro lugar. Parte de esto tiene que ver con cómo se realizan los estudios científicos y cómo se pueden informar o tergiversar los resultados. En la carrera por captar nuestra atención, muchas fuentes se centrarán en estudios sensacionalistas (pero posiblemente defectuosos) o exagerarán la importancia de un estudio para respaldar una agenda sesgada. El resultado es desinformación, información contradictoria y mucha confusión.
¿Quieres un truco de cocina que realce el sabor de docenas de recetas y mantenga las cosas saludables y aptas para la diabetes? Utilice caldo de pollo casero siempre que pueda . Cámbielo por uno comprado en la tienda en recetas que requieran caldo o caldo; sustitúyalo por agua al hervir verduras o cereales; o úselo en sopas, guisos y chiles. Te sorprenderá cuánto sabor agrega a una receta y, al prepararlo en casa, puedes reducir el sodio sin reducir el sabor. Si le intimida la idea de hacer caldo en casa, no lo esté . Es muy simple y la recompensa vale la pena.