Consejos sabrosos para viajar

por Asociación Americana de Diabetes
Tasty Tips for Traveling
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Tus maletas están hechas y te diriges a unas merecidas vacaciones. Pero ¿qué pasa con las comidas y meriendas? Ya sea que viaje en automóvil, avión o tren, cuando controla su diabetes, un poco de planificación puede hacer que su tiempo de viaje sea mucho menos estresante y mucho más divertido.

Con todos los detalles a tener en cuenta al planificar un viaje, las comidas pueden terminar siendo un desafío de último momento con opciones saludables limitadas. Como resultado, es fácil salir de su rutina, incluidos aquellos hábitos que le ayudan a controlar su diabetes en el día a día. Pero con algunos consejos en mente, podrás seguir esa rutina saludable como si estuvieras en casa.

En carretera o en avión

Mientras viaja a su destino de vacaciones, su rutina normal se ve interrumpida y es posible que lo bombardeen con una serie de puestos de refrigerios y restaurantes de comida rápida que lo tientan con opciones poco saludables. Aquí hay algunas soluciones a problemas comunes que puede encontrar:

Problema: Un largo viaje por delante interrumpe su horario habitual.
Solución: piense exactamente cuánto durará su viaje. ¿Entrará en conflicto con la hora a la que suele almorzar? ¿Cena? ¿Meriendas al mediodía? Si es así, planee empacar la cantidad adecuada de comida y refrigerios para esos momentos. De esta manera, sus comidas estarán casi listas y su agenda se mantendrá en curso.

Problema: ¡Comer en exceso! Te concentras tanto en el camino que no te das cuenta de que ya has llegado al fondo de tu bolsa de refrigerios. Incluso si ha empacado opciones saludables como nueces mixtas sin sal o frutas frescas, comer en exceso algunos de estos alimentos saludables puede provocar un aumento de azúcar en la sangre.
Solución: Traiga sus envases individuales. Divida los refrigerios en porciones individuales y divida su comida según la cantidad de comidas y refrigerios que necesitará mientras viaja. Piense en ello como empacar una bolsa de almuerzo, en lugar de una bolsa grande de refrigerios.

Problema: Cuando viaja en avión, es posible que tenga una o dos escalas, y las numerosas tentaciones gastronómicas del aeropuerto pueden ser un desafío.
Solución: piense en empacar algunos alimentos que no necesiten refrigeración. Puede ser su propia bolsa de mezcla de frutos secos con nueces sin sal, queso y galletas saladas, o alguna fruta fresca sin cortar, como una manzana o una pera. Incluso las zanahorias y el apio se mantienen bastante bien. Si tiene que comprar algo en el aeropuerto, busque opciones más saludables leyendo las etiquetas nutricionales y cuidando el tamaño de las porciones.

Mantener hábitos saludables durante las vacaciones no tiene por qué restarle importancia a su experiencia



Problema: La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) no permite que algunos alimentos o bebidas pasen por los puntos de control de seguridad.
Solución: Mucha gente está confundida acerca de esta regla. En realidad, si bien la TSA no permite que los líquidos pasen el control de seguridad, sí permiten muchos tipos diferentes de alimentos siempre que estén envasados en recipientes adecuados. Así que, una vez más, trae esos envases de una sola porción. También puedes traer una botella de agua vacía y llenarla en un bebedero una vez que pases el control de seguridad. Esto le permitirá ahorrar dinero en agua embotellada y reducirá la tentación de comprar una bebida azucarada.

Has llegado a tu destino

Ahora que ha llegado a su lugar de vacaciones, es hora de pensar nuevamente en cómo mantenerse al día con los horarios de las comidas y las opciones saludables. Probar alimentos locales mientras se viaja es una gran parte de la experiencia para la mayoría de las personas. Al planificar tus comidas, piensa en qué platos locales son una prioridad. ¿Qué platos son “imprescindibles” versus platos que simplemente “es bueno tener”? Haz una lista y prioriza tus platos, luego cíñete a ella.

Al igual que Estados Unidos, otros países ahora están aumentando el tamaño de las porciones en sus restaurantes y al mismo tiempo bajando los precios, lo que facilita comer en exceso. Cuando puedas, intenta compartir comidas con familiares o amigos con los que viajas. Si vas solo, piensa en empacar la mitad de tu plato para una comida adicional al día siguiente u opta por algo más pequeño como un aperitivo, guarnición o ensalada.

También podrás comprar productos frescos y otros snacks saludables cuando llegues. ¡Vive como un local! Visite una tienda de comestibles o un mercado cercano y elija algunos refrigerios para tenerlos en su hotel o tenerlos a mano mientras explora. Descubra qué productos están de temporada en la zona y tal vez incluso pruebe algo nuevo.

Mantener hábitos saludables durante las vacaciones no tiene por qué restarle importancia a su experiencia. Con un poco de planificación, podrás mantenerte saludable, divertirte y regresar a casa con hábitos saludables intactos.